domingo, 4 de enero de 2009

Bon profit: Chocolate a la taza

Vamos a inaugurar 2009 hablando de cocina, concretamente del chocolate, que tanto en onza o caliente está riquísimo. ¿Pero se sabe hacer el chocolate a la taza? No el de sobre o de bote, fáciles de elaborar y ricos también, sino el tradicional de toda la vida.

El chocolate puro, tantas marcas hay (aunque la que yo prefiero, de siempre, es el conocido "chocolate de la Virgen" de Marcos Tonda) es un producto exquisito y Villajoyosa, cuna de artesanos y fabricantes de este energético alimento, que llegó de América gracias al comercio marítimo. El primer chocolate elaborado en nuestro país cuenta la historia que se hizo en el Monasterio de Piedra, porque al parecer un fraile de la orden cisterciense, Fray Jerónimo de Aguilar, que acompañaba a Hernán Cortés, envió el primer cacao junto con la receta a dicho monasterio, al que pertenecía y donde el abad, D. Antonio de Álvaro, ordenó su elaboración.

Máquina para elaborar chocolate. Monasterio de Piedra.

No se tiene constancia de cuándo comenzó a elaborarse en Villajoyosa el chocolate, pero sí se sabe que en el siglo XIX su producción era generalizada. Entonces se molía el grano de cacao con un rodillo de piedra sobre otra piedra cóncava. Esta pasta se mezclaba con azúcar y canela para conseguir el "chocolate a la piedra"; hoy las nuevas técnicas realizan estas labores.


Chocolate a la taza

Ingredientes: 250 g de chocolate puro, 1 cucharadita de canela, 8 tazas de agua

Se rompe el chocolate en pedazos, lo más pequeños posibles, o se ralla con un cuchillo. Se echa en un cazo con dos tazas de agua, a fuego lento. Cuando comience a derretirse, se añade la canela y se remueve con una cuchara de palo. Se vierten 6 tazas más de agua y se deja hervir poco a poco, removiendo, hasta que se vaya evaporando el agua y quede la cantidad de chocolate justa (de cuatro a seis tazas, según nos guste más o menos espeso o clarito).


No hay comentarios: