martes, 28 de octubre de 2008

Poema sin título

Luna delirante. La sangre
de tus entrañas
corta mis pupilas
ávidas de noche,
sedientas de tu mensaje.

Mensaje que acude
a mi lamento cotidiano,
pesadilla urbana abocada
al eterno ronquido
que, entre palmeras y tus risas
me descubre, nos descubre,
una luna diferente,
una luna delirante.

(J. Rafael Sirvent, Los violines no suenan mal, 2001)


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