domingo, 26 de octubre de 2008

La pasión del fútbol


Vaya de antemano que a mí no me gusta el fútbol, en general. Con esta afirmación, lo que quiero decir es que no estoy pendiente de equipo alguno, ni lo más mínimamente interesado en ver por televisión o asistir en directo a ningún partido. Y dicho esto, no niego que algún partido me ha interesado, he visto y me ha gustado (con la selección o en copa de Europa, por ejemplo). Toda esta introducción viene a cuento porque ayer por la noche televisaron el encuentro Barça-Almería.

Ayer tuvimos un "día de convivencia" con los miembros de nuestra escuadra, Simbad i els marinos. En la caseta de Pascual almorzamos gachamiga, después comimos gazpacho de Castalla y finalmente cenamos chuletas de cordero, salchichas, morcillas, etc., a la brasa... Y entre comidas, picando marranadas y bebiendo cervecitas y copas. Vamos, un día completo en lo gastronómico. Y cómo no, juegos de cartas, a la tanga i plom, etc. Y con la lluvia presente durante toda la jornada y muy fuerte en varias ocasiones. Por la noche tocaba ver el fútbol. Y por esto escribo el artículo hoy.

Aparte de la paliza que le propinó el Barça al Almería, lo bonito y lo que quiero resaltar era la ilusión de mis amigos, los gritos, los saltos, el cómo conforme un delantero avanzaba hacia la línea de meta Quiles se tiraba al suelo de rodillas como ofrenda ante el posible gol... Os imaginareis que yo no participaba de esa euforia, pero sí me notaba excitado (en el buen sentido del término, ojo) ante su entusiamo. No me extraña que el fútbol levante pasiones, ayer pude comprobarlo hasta en mi Mariano, barcelonista de familia. Y sin embargo, con las excepciones que os he comentado antes, no consigo que me entre en vena ese sentimiento futbolero. En fin, qué le voy a hacer... Al menos disfruto y comparto la alegría de mis amigos, que no es poco.


1 comentario:

Vicent Quiles dijo...

No és que em tirara a terra, el que passa es que en eixe moment estava acatxat atenent a Julia i com Ricardo es menjava la tele a cada vegada que s'arrimaven a porteria, donç em vaig tindre que agenollar per veure que pasava, jeje...