martes, 2 de septiembre de 2008

Poema sin título

En el fondo, la habitación
estaba vacía.
Tantos años de recuerdos amontonados
no significaban nada.
Aquello no era más
que un habitáculo frío
y descuidado.
La monotonía de la gotera
que encharcaba tu mente
te producía náuseas alegres
y danzarinas,
al compás de una habitación móvil
pero muy, muy sola.
Todo había escapado de aquella habitación,
cual agua de la gotera
por las rendijas del suelo,
por las rendijas del tiempo.
Ya nada te aferraba allí,
excepto la curiosidad morbosa
de contar las gotas
que resbalaban por tus recuerdos.

(J. Rafael Sirvent, Los violines no suenan mal, 2001)


1 comentario:

Anónimo dijo...

NO A L´EDUCACIÓ PER A LA CIUTADANIA EN ANGLÉS. DESOBEDIÈNCIA CIVIL!!!